Nuestras Propuestas


Nuestra intención, como ya hemos adelantado, es poner en marcha nuevas ideas para intentar disminuir la incidencia de los incendios forestales en nuestra región, de un modo más adaptado a las circunstancias particulares de Asturias, e intentando actuar más directamente sobre su origen.  

Tipología de los Incendios según regiones. Medidas ineficaces aplicadas en Asturias

Atendiendo al origen y recurrencia de los fuegos, España se puede dividir grosso modo en dos grandes zonas: el Noroeste, con Galicia, Asturias y Cantabria tienen numerosas cuadrículas de 10x10 Km donde se producen más de 100 incendios cada 10 años (ver mapa); y el resto de España, donde salvo una pequeña zona del norte de Extremadura y algunas comarcas de León y Zamora, la recurrencia es mucho menor. La casuística del noroeste también es cláramente diferente a la del resto de España; así mientras en éste la intencionalidad es la principal causa del origen del fuego, rondando el 80%, en el resto de España, son las negligencias y otras causas,  el grupo de causas que más incendios originan. De este modo, pensamos que procede aplicar unas u otras medidas de lucha en función de la zona de que se trate o, cuando menos, reforzar las medidas específicas que tengan una mayor eficacia en cada zona. Así, la educación ambiental, la sensibilización o un buen sistema de extinción, tienen mucha mayor eficacia en la España más cálida y con más negligencias, que en el Noroeste donde existe una intención de quemar, por motivos, que al menos en Asturias, no creemos que se mejore con la sensibilización.



Número de incendios mayores a 1 Ha para el decenio 1996-2005.


Ignorando esta realidad, la “Estrategia Integral de Prevención y Lucha Contra Los Incendios Forestales deAsturias (2009-2012)”, volvió a contemplar una extensa batería de medidas, más propia de la España seca, y que podemos decir nuevamente que ha servido para bien poco. De las 42 medidas que recogía, tan sólo vemos una, que a nuestro entender, incide directamente en el origen de los incendios en nuestra región: “Promoción de la ordenación silvopastoral en la gestión y aprovechamiento de los pastos”, pero que sepamos,  apenas ha sido aplicada. 

Con todo, la realidad es que a pesar de haberse incrementado enormemente las partidas dedicadas a combatir los incendios forestales en la última década en Asturias ‒muy buena parte en medios para la extinción‒ seguimos anclados en las 10000 Has quemadas anualmente de promedio, con una tendencia ascendente para el período 1990-2015, como vemos en el gráfico, por lo que pensamos que hay que continuar ensayando nuevas alternativas.





Tendencia ascendente de la superficie anualmente afectada. Fuente: Ministerio de Medio Ambiente







Así, tenemos que Asturias a pesar de su extensión, es la 3ª región con mayor número de incendios de España para el decenio 1995-2005; o donde más superficie se quemó de toda España entre 1990-2012 en relación con su terreno forestal, seguida muy de cerca por Galicia y Cantabria; así como la 3ª región donde menos se ha incrementado la superficie arbórea en el período 1975-1995: 0,4%.


Repoblación joven parcialmente quemada. El fuego llegó de la zona de matorral adyacente.


Matorralización por infrapastoreo. Problemas de las soluciones empleadas

Sabemos que si los pastizales no se aprovechan con una carga mínima de ganado, éste se “vuelve a monte”; es decir, se ve invadido progresivamente por el matorral y termina desapareciendo. Sabemos también, que la superficie que dispone la ganadería extensiva en Asturias, es muy superior a sus necesidades; por esto, el ganado no es capaz de mantener la calidad del pastizal y se tiene que recurrir a las quemas. Sustituir las quemas ilegales por desbroces sabemos que es inviable económicamente (incluso cuando las "vacas eran gordas"), además de insostenible medioambientalmente. Las quemas controladas, aunque menos costosas que los desbroces,  también requieren de ciertos trabajos de defensa que tampoco se pueden asumir, al menos, si se quiere atender la demanda de toda la región. En la foto vemos la preparación de una quema controlada donde la faja protectora desbrozada, supone aproximadamente el 40% de la superficie que se va a quemar.

Preparación de la faja cortafuegos de una quema controlada en Ribadesella (Diciembre 2012).

Dado que el origen mayoritario de los fuegos (83%) es la regeneración de pastos para el ganado, según informó la Fiscalía de Medio Ambiente, es evidente que es aquí donde hay que centrar los esfuerzos. Somos conscientes de que en la actualidad supone toda una utopía convencer a los ganaderos para que dejen de quemar, por mucha información, educación ambiental, concienciación o cualquier otra práctica de conciliación que se quiera aplicar. Para que pudiera ocurrir esto, entre otras cosas, se debería disponer de una alternativa a las quemas ilegales que mantuviera los pastos accesibles y con cierta calidad. Por ello, hay que buscar una solución que permita el mantenimiento del pasto sin necesidad de quemar, y lo haga, de un modo económicamente viable y ambientalmente sostenible.



El silvopastoralismo ha sido utilizado por el hombre desde tiempos inmemoriales y, en la actualidad, podemos encontrar ejemplos de estos montes en muchos lugares de España, como Soria, Segovia, Ávila, La Rioja, etc; también en Asturias disponemos de numerosos ejemplos. En los sistemas silvopastorales cohabitan el pasto y los árboles, de modo que el aprovechamiento ganadero no sólo es compatible con la existencia del bosque sino que se ve beneficiado por éste: el ganado obtiene alimento directamente del árbol (bellota, castaña, ramas, etc); también le sirve de refugio ante las inclemencias meteorológicas y el arbolado garantiza un suministro de pasto de forma permanente a diferencia de los pastizales mantenidos mediante quemas. 


Vacas pastando en un enclave del Sistema Central


Estos sistemas naturales son mucho más productivos que los pastizales (la actividad fotosintética es mucho mayor y el árbol saca nutrientes de capas profundas del suelo, inaccesibles a la vegetación herbácea y arbustiva, por lo que la producción vegetal aumenta); son más estables en el tiempo (no requieren una continua intervención del hombre para su mantenimiento con quemas o desbroces) y desempeñan una serie de funciones y procesos naturales muy importantes que no lo hacen los pastizales degradados sometidos a periódicos incendios, o lo hacen en una medida muy inferior, como la regulación hídrica, el mantenimiento de una comunidad vegetal y animal más diversa y numerosa, o una mayor contribución en la lucha contra el cambio climático, por no seguir con más ejemplos. Además de las bondades ambientales y los beneficios para el ganado, no hay que olvidarse de otros productos y servicios que proporcionan frente a los pastizales degradados como: madera, leña, setas, turismo, etc. 
Por todo lo comentado, pensamos que el modo más eficaz, económico y sostenible de disminuir los incendios en Asturias, podría ser a través de la sustitución progresiva de los pastizales infrapastoreados por estos sistemas silvopastorales. En estos sistemas naturales no hay  necesidad de quemar ni desbrozar ya que el pasto no se ve invadido por el matorral, y si el incendio llega de otras zonas, los bosques caducifolios maduros son altamente resistentes al fuego, ejerciendo de cortafuego en primavera-verano, y permitiendo que el fuego queme el sotobosque en otoño-invierno sin afectar al arbolado. La transformación definitiva de un pastizal degradado en estos nuevos sistemas tarda unos cuantos años, pero una vez establecidos, los beneficios son  permanentes. 



Bosque de robles recorrido por el fuego en invierno sin ser dañado el arbolado.




Pensamos que para una buena parte del territorio periódicamente afectado por los incendios en Asturias, el árbol que mejor se adapta a este tipo de aprovechamiento es el roble. De hecho, en la zona de Onís donde hemos realizado nuestra primera plantación, el ganado se ve claramente beneficiado por los pequeños rodales de roble que aún se conservan y, de esto, son plenamente conscientes los ganaderos de la zona y así lo manifiestan sin dudar.
Robledal pastado por ovejas.


Mismo robledal posteriormente pastado por vacas.

No es nuestra intención presentar este modelo como la panacea en la lucha contra los incendios forestales de nuestra región y, por supuesto, pensamos que deberá complementarse con otras medidas; pero sin duda, estamos convencidos de que esta alternativa debe ser convenientemente ensayada por la Administración, aunque no encaje muy bien en los criterios de los gestores públicos orientados normalmente por políticas más cortoplacistas. Creemos que para que pueda ser ampliamente aplicada con éxito, debe ir acompañada de mucha comunicación y consenso con la población rural.


Descripción del modelo a emplear

La idea inicial consistía en ir creando pequeños rodales de robles, que colocados adecuadamente dentro de un área mayor, sirvieran de cortafuegos y permitieran la regeneración natural en los huecos que quedaran entre los rodales. 



Primera plantación de 22 árboles y 1,2 Has. 2012-13 (Onís)

Primera plantación


Rodal en semicírculo. 26 árboles y 4000 m2. Febrero 2014 (Onís). 


  La obligación de mantener grandes superficies con pasto como cortafuego, nos animó a proponer a los ganaderos un pacto: la Asociación se comprometía a ir recuperando y manteniendo la calidad de los pastizales del lugar, a cambio de que los ganaderos renunciaran a las quemas clandestinas en una zona acordada con ellos que llamamos "Área Libre de Quemas"


Área Libre de Quemas "El Pedroso" de 100 Has en Onís.





   
   
Desbroce de 5000 m2 de "La Muezquina". Agosto 2014.


              La actuación de La Muezquina está concebida con este nuevo enfoque de mejora de los pastizales existentes, donde el desbroce realizado se intentará mantener permanentemente, primero a través del pastoreo con cargas altas y, más adelante, mediante sistemas silvopastorales, cuando crezca el roble que plantemos en febrero de 2015. 

               Además de este acuerdo entre población urbana y rural, otra de las novedades es que utilizamos un número de plantas muy reducido, que nos permite un cuidado mucho mayor que en las repoblaciones habituales, por lo que se facilita el desarrollo de éstas y la creación del bosque definitivo.




Comentarios

  1. Enhorabuena por el proyecto. Muy buena idea que espero tenga exito.
    Un libro relacionado "Manual de cocina bellotera para la era postpetrolera"

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  2. Un agravante de la destrucción del suelo son lo incendio ya sean controlados o incontrolados, no sólo se pierde la masa forestas (desde herbáceas a árboles) , sino que se elimina gran parte de la composición biótica como son bacterias, hongos, algas, protozoos, nematodos y lombrices. Para hacerse una idea, en suelos ricos, se puede encontrar más de 11.000 kg/ha sólo en bacterias. Estos microorganismos, una vez quemado la cubierta vegetal disminuyen drásticamente y se necesitan tantos años como los necesarios para tener un bosque maduro, siempre y cuando el horizonte del suelo no se haya visto afectado por arrastre de agua.

    La dinámica del incendio no sólo afecta a la biomasa, sino que modifica las condiciones químicas del suelo acidificándolo. Suelos calizo pueden verse mejorados en cuanto a ph, pero en suelos ácidos como son la mayoría de suelos del occidente asturiano, acentúan el proceso de desertificación, viéndose obligado el selvicultor a realizar enmiendas en este tipo de suelos con aporte de correctores, para que la composición biótica se recupere más rápidamente.


    Un capataz Forestal.

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  3. muy interesante el proyecto. Se parece mucho a lo que hicieron los de CyL con el Plan 42, pero con voluntarios, lo que tiene aún más mérito.

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  4. OS animo a seguir, convencido de la bondad de la solución propuesta. Es cierto que no hay razón objetiva para utilizar unicamente robles (los abedules son mas eficaces en ese papel y los fresnos mas utiles para el ganado, poe ejemplo) pero aun así, el proyecto es loable.

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    1. Muchas gracias por tu sugerencia amigo. Este año empezaremos a introducir algo de abedul junto con el roble. Además también está comenzando a salir de forma natural tras casi 5 años sin fuego. El fresno creo que será más complicado que prospere en la mayoría de los enclaves, ya que recuetda que actuamos en zonas silíceas, muy degradadas con suelos poco profundos y secos.

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